viernes, 15 de agosto de 2008

INTRODUCCION

Escrito por Jaime López

Introducción:

El miércoles 23 de julio de 2008 me llamaron de Bogotá preguntándome por las consecuencias de la separación de GP y qué las cosas que se decían y que el otro grupo que se hace llamar Genoma Punk… Yo me entendí que se debía contar esta historia que les voy a relatar, para los que estén interesados en saber la verdad de mis labios, de mi puño y letra. La verdad del enemigo es probable que sea también una verdad, pero conociendo de la ineptitud de los faltantes en esta historia, no veo más que iniciar a escribir y hacer memoria de lo que me propongo: contar la historia de GP hasta la fecha de hoy. Para algunos habrán difamaciones, esas cosas sólo podrán entenderlas los que me hayan visto eufórico en un concierto gritando consignas; en un velada de guitarra y armónica apelando al juicio y al sarcasmo para hacer entender mis teorías; en una entrevista insultando al pueblo, a la masa, de frente, sin ambages, sin miedos. Cada quien tiene aquí lo que se merece. Como nadie habla bien de mí, dejo eso como tarea primaria en mis escritos. Ahí están mis libros y mis ideas, que son mis canciones, para que hablen de mí. Les ha faltado es traductor instantáneo a lenguaje de masa, que a veces me hago díscolo y me elevo por parajes dónde pocos pueden entenderme. ¿Tengo yo la culpa de haber nacido águila y no zarigüeya? ¿Tengo yo la culpa de no tener alma de esclavo para arrodillarme, pedirles perdón y hablar, de aquí en más, bien de ustedes?

Apenas empezando el libro se me ocurrió, a lo Omar Urán, sacar un montón de fotografías, de afiches, de boletas y de no decir más, ahí está la historia, lo que ha hecho GP y lo que va a hacer; pero esas cosas son para otros que poseen el don de la imprenta y el patrocinio y cuya falta de seso no les da para plasmar ideas y pensamientos: un libro de afiches es casi una idea Boteresca (por F. Botero), Angelinesca (por Ángela Botero), es como un libro de poesías ridículas; cosas que mi alma de hugonote no comparte. Les mostraré si, algunas carátulas, para que vean la discografía, pero si quieren fotos, en la Internet las pueden conseguir y bajar; el hombre no es su imagen, es lo que piensa y lo que hace. En este texto está la historia como se me vino a la cabeza, la empecé aquel miércoles, día de la llamada, por la tarde y la estoy introduciendo el viernes 1 de agosto de 2008.

20 años evité escribir está historia, para no combatir con los Ira o las Fértil, allá cada uno, allá lo que hayan hecho de sus porquerías de vidas, si hablan bien o mal de mí; si se sientan o mean paradas; si cuando sienten su corazón partido reparten sus migajas. Yo hablo de mí porquería de vida, la mía, legal; la dediqué a esto, a lo que quiero. No me siento bien por haber manchado vidas con verdades o por haber hecho sabios o lectores; bien se sabe que el que menos sabe, menos sufre y ya sabe mucho. No me siento mal por no tocar ahora con los otros miembros; no me siento mal por no haber llegado a las listas del top forty, por no haber colocado un canción en el número uno de las listas o por no haberme ganado ningún premio de escritura. Por el contrario me enorgullece haber cumplido mi deber y seguirlo haciendo, como dijera Vargas Vila “denunciar a la tiranía es la mitad del deber”; me enorgullece que las emisoras que dan premios a las masas nos hayan tenido alejados; eso quiere decir que somos pésimos músicos o que lo que decimos en nuestras canciones no está hecho para el revoltijo que se apellida masa; la proscripción es sinónimo de excepción; me enorgullece que mis libros hayan sido vetados por cristianos y creyentes de todo tipo; Eso quiere decir que he hecho lo correcto. No hice mis letras para el rebaño, las hice para destruir al rebaño y hacer hombres autónomos; me enorgullece oír cantar mis canciones acústicas en un parque sin que aquel que las cante acierte a imaginarse que quien las compuso está pasando por ahí. Me enorgullece ser anónimo y por eso había callado esta etapa de la historia. Pero ante la ignominia no hay sino un sólo deber y ese deber está en derribarla o en cortarse la cabeza. Esta es la historia de ese deber, mi deber, mi más sagrado deber: matar la tiranía.

Sé que no lograré que empalen a los culpables, sé que no evitaré que la gente asista a “rock al parque”, al “undergrano” o al “altavoz”; sé que no lograré vender mis libros o mis trabajos musicales. Sé que no lograré que la gente valore las bandas de Colombia como se lo merecen y que paguen sus entradas, pero este es mi deber, lo cumplo como tal, a él me dirijo sin titubear.

martes, 12 de agosto de 2008

EL QUE NO CONOCE LA HISTORIA...

bueno la verdad tambien me dejo algo sorprendido y pense que se trataba del fasista de nuestro presidente me sorprende la similitud de estos personajeseste fue un e-mail que me envio margarita

margaes22@gmail.com

gracias por la info


EL QUE NO CONOCE LA HISTORIA... A QUEJARSE AL MONO DE LA PILA.

Por: Gabriel Bustamante Peña


Apenas comenzó su primera candidatura no alcanzaba el 2% en las encuestas, y su propuesta no fue lanzada desde ningún partido tradicional que pudiera vaticinar una posterior fuerza electoral para disputar la presidencia. Sin embargo, su discurso antipolítico y anticorrupción, pero principalmente fuerte contra una guerrilla marxista, le gestó un impresionante ascenso de popularidad. Una sociedad cansada de los abusos a los que se había reducido el proyecto beligerante y una asfixia en los intentos de solución política fueron la clave de su arrollador éxito con el que llegó por primera vez a dirigir el destino de la nación.

Realizó su primer gobierno, no sin antes reformar la Constitución para permitir su propia reelección. Y a pesar de no haber cumplido su promesa de acabar el terrorismo en su primer período, sus golpes a la guerrilla fueron tan contundentes que llegó a acorralarlos, a capturar o dar de baja a gran parte de sus cabecillas, disminuyendo de forma drástica su accionar violento en todo el país.

De la mano con la lucha antiterrorista vino también una aparente recuperación económica y la inversión extranjera. Fue reelecto por una amplia ventaja y su imagen favorable llegó a estar cerca al 80% y nunca por debajo del 70%. Y todo esto, a pesar de los grandes escándalos de corrupción y de violaciones a los derechos humanos de los que se acusaba a su gobierno. El efecto teflón que generó, le permitió pasar incólume por encima de los crímenes de lesa humanidad y los actos probados de descomposición política que se gestaron en su administración. Los escándalos de corrupción comenzaron a cercar sus principales círculos de poder, llegando a sus principales asesores y al Congreso, el cual se vio afectado por una de las principales crisis de ilegitimidad en su historia. Nuevamente, el envilecimiento político venía desde el Gobierno, pero la gente aislaba la imagen presidencial de este episodio que hedía como nunca a podredumbre. Y no contento con una reelección, comenzó a planear como quedarse en el poder. Pero esta vez, no sólo por gusto sino por necesidad: el miedo a un futuro juzgamiento lo convirtió en beneficiario y víctima de su propio trono.

Su discurso, cada vez más agresivo, se enfiló contra la oposición política y social a la cual estigmatizó y ridiculizó aprovechando los múltiples espacios oficiales. Generó un ambiente de polarización y recurrió a investirse como el representante de un patriotismo indiscutible, de tal forma que, quien estuviera contra él estaba contra el país y debía ser considerado terrorista. Mantuvo a los medios de comunicación bajo su poder a través de concubinatos empresariales o por medio del chantaje que ejercía sobre ellos y elaboró toda una maquinaria de propaganda oficial para magnificar su imagen. Gobernó acaparando todo el poder, a través del desequilibrio institucional que generó su propia reelección. Permitió que la corrupción infiltrara al Estado como nunca antes se había dado en el país y llevó a la moral pública a la más profunda de su crisis. De la misma forma, captó a las fuerzas militares como su ejército propio, utilizándolas para sus intereses, no pocas veces contrarios a la dignidad humana. Confundió popularidad con legitimidad y por esta vía pasó por encima de la ley y de la constitución. Atacó al poder judicial con una saña tal que llegó a acusarlo de ser enemigo de la democracia y se enfrentó personalmente a la justicia hasta llegar a doblegarla.

Finalmente, tras 11 años en el poder y ya sin el paraguas de la guerrilla, la lluvia de escándalos le hicieron huir del país y pasó a ser declarado 'moralmente insubsistente' por el Congreso. Hoy, Alberto Fujimori está preso y enfrenta procesos por crímenes de lesa humanidad y corrupción. Crímenes que cometió bajo el apoyo ciego de una sociedad sedienta de venganza y mano dura y en la ausencia de la sana crítica y la oposición política, que diferencian a las verdaderas democracias de las dañinas y falaces tiranías de las mayorías.

Espero que no hayan pensado que el escrito se refería a nuestro presidente y 'patrono' Álvaro Uribe.... porque él y Fujimori no tienen absolutamente nada en común...o si?

para reflexionar no??????